lunes, 15 de abril de 2013


La revista Qué Leer (Nº 186,abril de 2013) 
trae una reseña del poeta y crítico Enrique Villagrasa sobre mi libro Romancero flamenco




Aquí podéis leerla si la ampliais. Con mi agradecimiento. 




Os dejo aquí uno de los romances de este libro titulado las manos, romance que, al parecer de los lectores, 
es uno de los más demandados.   Si los tres pilares importantes del flamenco son el cante, el toque y el baile, las manos me parecen a mi, también, un elemento fundamental en este arte ya que, con sus movimientos, son
capaces de  ofrecernos la dureza de la vida y su alegría, su consuelo.
Las manos

Bullen alegres las manos,
las manos, crispadas, tiemblan.
Son tensos sonidos sordos
de gemidos y protestas,
y suaves, dulces sonidos.
La sombra y la luz nos muestran.

A veces como palomas
que tiernamente zurean
o gavilanes, a veces,
que se alzan, miran, depredan.

Se abren las manos al aire
y cerrándose aletean.
Palomas y gavilanes.
¡Caras tiene la moneda!

Manos como testamentos
que afirman y que sentencian,
manos que al aire nos dicen
lo que la boca silencia. 
Manos que acarician tibias,
manos que, fuertes, golpean,
manos que cantan la vida,
manos que la vida entregan.

¡Toda la vida en las manos!

Manos que al moverse llevan
jazminez besando el aire
y cortando el viento...adelfas.

Manuel López Azorín

Del libro: Romancero flamenco

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