lunes, 4 de octubre de 2010

Fina de Calderón: presentacion de Libro del desconcierto, de Manuel López Azorín, en Los miércoles de la poesía.





Dentro del ciclo Los Miércoles de la Poesía programa dirigido por Fina de Calderón en la Sala II del Centro Cultural de la Villa (hoy Fernán Gómez) en la Plaza de Colón, se presentó mi Libro del desconcierto, en junio de 2001, con la intervención de la directora del programa Fina de Calderón, el poeta Enrique Gracia, Rafael Morales tenía prevista su asistencia pero fue la hija, Conchita Morales Barba, del poeta quien leyó unas palabras escritas por su padre, ya que no pudo estar debido a una neumonía, el poeta Antonio Hernández y el cantautor Moncho Otero cantando un poema mío musicado por él. "Cuelgo" aquí la presentación que escribió Fina para este acto.


Fina de Calderón presenta el Libro del desconcierto

Erase una vez, sí como en los cuentos, un niño que nació con una palabra, la primera que le latió su corazón y esa palabra no era otra que Poesía. El niño creció y siguió minuto a minuto, hora a hora, día a día, atendiendo esa voz que no había cesado de sonar; pero, además, tuvo la generosidad de contagiárselo a todos cuantos fuimos llamados por él y por eso intuyo que hoy, no sólo para mí, sino para todos los poetas aquí reunidos resulta un verdadero júbilo homenajear a Manuel López Azorín con la presentación de su último libro titulado Libro del desconcierto. ¡Cuántas veces y a cuántos ha propiciado bautizos poéticos de nuestras propias creaciones!



El poeta talaverano Rafael Morales está sufriendo las secuelas de una neumonía no puede estar aquí esta noche; pero ha enviado unas palabras que después leerá su hija Conchita Morales Barba.
Damos la bienvenida a Antonio Hernández, el poeta iluminado de Arcos, también saludamos hoy al poeta Enrique Gracia Trinidad y como colofón final contamos con la colaboración del cantautor Moncho Otero que nos cantará un poema de Manuel López Azorín, este queridísimo poeta que, como todos sabemos, su vida va en pro y en pos de la poesía. San Sebastián de los Reyes puede sentirse orgulloso de este poeta que en 1999 publicó el Romance de la fundación de San Sebastián de los Reyes y, un año antes, y basado en este romance, escribió la letra del Himno de esta pueblo-ciudad con la música del compositor Jesús Vioque.

Su último poemario, que hoy presentamos en este acto es Libro del desconcierto, del que nos vas a leer luego algunos poemas Manuel, que ha sido galardonado con el Premio Nacional de Poesía Rafael Morales 2000.Libro que dedica al gran poeta ya desaparecido Claudio Rodríguez como muestra de agradecimiento por su amistad y su afecto. Este libro está marcado por el paso del tiempo, un tiempo que trata una sucesión cronológica. A saber la propia vida de López Azorín. Él mismo es consciente de ello cuando dice en unos versos: Este vivir a golpes de relojes y pulsos. / Este buscar el yo perfecto / no nos deja pensar que lo mejor es, siempre, / descomponer en partes la maquinaria y todos sus latidos.

Va siguiendo las pautas de su cronos particular estructurando este Libro del desconcierto en tres intervalos diferenciados Pretérito imperfecto, Presente indicativo y Futuro condicional. Los instantes medidos en la primera parte, arracimados a recuerdos de su infancia nos hablan de una niñez vencida, de paredes turbias de abandono, de la angustia del vacío, de la soledad, del miedo, ese miedo que, poco a poco, se ha ido adueñando de él y por eso nos dice: La infancia temerosa de la sombra / soñó la luz y se sintió culpable. Y así acaba esta primera parte con una sentencia de las que él es tan adicto: Ayer es sólo un sueño, / algo que fue pero que ya no existe / aunque a veces visite la memoria / vestido de dolor o de alegría.

Pasamos la página y llega, el apartado Presente indicativo, con un hálito de esperanza. El poeta descubre a su amada, se recrea en ella y, a la vez, queda suspenso el tiempo y es que ella es el bálsamo para sus males y es su inspiración y su luz. De ahí esta sucesión de imágenes que la visión de ella le produce: Contemplo tu mirada de madreselva oscura. / Ahuyentas soledades y rompes los silencios, / con tu fragante brillo de iluminada aurora, / sobre el perfil de sombras asido a mi camino / y todo se disipa: el miedo, la tristeza, / la angustia, el desconcierto / el frío del olvido y este dolor sin límite, / con el calor que ofrecen tus ojos a los míos.

Apura los sorbos benéficos de esos instantes de ahora cuando viaja mentalmente a otro país mediterráneo: Grecia. Con amor, ternura, miedo y con dudas po r no saber distinguir entre la realidad y el sueño habla a sus hijas, de las que sabe que no le pertenecen, en dos intensos poemas: Tera-Santorini y Aunque todo suceda como un sueño.

Manuel plantea el futuro como algo sobrecogedor ya que es exportador de más y más incógnitas, por eso se pregunta: Si es sombra lo pasado y lo futuro es sombra, / si el vacío es presente y desgrana más sombra / si no hay un intersticio que ilumine el ahora, / si no hay luz en las sienes que alumbre este momento…/ para qué fijar fechas en el aire. El poeta intenta aferrarse sin éxito porque descubre su efimeridad y que hasta el reloj adelanta detenido. La presencia de la muerte, esa gran desconocida, va planeando y se empieza a avistar su cercanía, así se expresa en estos versos: Ya no queda más que dirigirse hacia lo más profundo./ Allí, bajo los párpados, se ha de buscar la luz.

Intercala reiteradas antítesis como nada y todo, noche y día, luz y sombra etc. dentro de una atmósfera de oquedades y neblinas, al tiempo que se abandona a su destino en busca de un más allá que sea su postrera luz y le nace ese desasosiego de la incertidumbre, ese desconcierto que da título a tu hermoso poemario Manuel y al que te refieres en el epílogo, siempre con el tiempo a cuestas, cuando dices: Este vivir sin saber desconcierta, / deja un amargo sabor en la sangre. (…) Duda en el corazón y el pensamiento.

En contraste con este Libro del desconcierto y como justa revancha, estamos seguros de que no tardarás en escribir otro libro para el que te sugiero otros títulos: Libro de la esperanza, de la alegría, de la vitalidad, de la fortaleza, del coraje… tú elegirás querido Manuel, no te desconciertes y no te engañes, y no nos engañes, que si no médicos, siendo buenos premonitores tus amigos los poetas apostamos por tu bienestar para que nos sigas dando ánimos a todos y nos brindes nuevas sorpresas líricas de pulso firme y acompasado. Hace unos meses me decías en un soneto con relación a El Cigarral del Ángel: Aquí la poesía es recibida / con el mayor amor, con la firmeza / de quien sólo se rinde a la belleza / que ofrece musical y contenida / la vida puesta en versos y latidos. Y yo finalizo con estas palabras del cuento que no es cuento, Erase una vez un ángel de la poesía, sino un poema dedicado a ti: Erase una vez (A Manuel López Azorín). Hubo un rápido incendio y se salvó una llama / menuda, débil, malva y de vuelo alocado,/ una llama increcida, / a punto de apagarse, / sin piernas y sin brazos, sin ojos y sin rostro. / Fue a para, sin embargo, al centro de mi centro. / ¿Y quién hubiera dicho que esa llama tan frágil / quemaría mi vida?


Fina de Calderón
(Junio de 2001)



Fina de Calderón tuvo una vida marcada por la lucha. Nació en Madrid en 1917 y pasó su infancia en Berck-Plage (Francia) hospitalizada a causa de una coxalgia. Aprovechó ese tiempo para hacer la carrera de violín y dar los primeros pasos en el campo de la poesía. También consiguió caminar pese a la opinión generalizada de los médicos de que no podría. Realizo estudios de Bachillerato en Paris y, más tarde, realizo estudios complementarios en la Universidad de La Sorbona.

Cuando Fina de Calderón contaba sólo once años, la escritora francesa Colette hizo interpretar en la Comedia Francesa sus poemas. Poemas que aparecieron en prestigiosas revistas. Apadrinada por el músico Pablo Casals, actuó, formando parte de un cuarteto, en la sala Pleyel. Con el tiempo entabló amistad con grandes escritores como FranÇois Mauriarc, Jean Paul Sastre, André Maurois…

Ya en España, lazos de admiración y de amistad la unieron a Juan Ramón Jiménez, Manuel y Antonio Machado, Federico García Lorca (en la foto con Fina niña),

Rafael Alberti, Gerardo Diego, Antonio Buero Vallejo
y a los músicos Manuel de Falla, Joaquín Turina, Joaquín Rodrigo y Cristóbal Halftter.
Su quehacer no se redujo a la música o la poesía, también escribió canciones (algunas de ellas fueron interpretadas por Maurice Chevalier, Edith Piaf, y Alberto Cortez entre otros), escribió teatro, dio conferencias, creó música para danza con los ballets Cancela y El Greco, que se interpretaron en América y en la desaparecida Unión Soviética además de integrarse en el repertorio del Ballet Nacional de España.

Recibe en 1984 el apoyo de Enrique Tierno Galván, entonces alcalde de Madrid, que le brinda la Sala II del Centro Cultural de la villa. Crea, para ser celebradas allí, las sesiones poéticas Los miércoles de la poesía y como directora y presentadora cumplió una extraordinaria labor de fomento y difusión de la poesía durante más de 25 años. Publicó numerosos libros de poemas, publicó sus memorias y todo ello la hizo merecedora de numerosos premios y distinciones a lo largo de su vida



En Toledo, en El Cigarral del Ángel, su finca, organizó numerosísimos homenajes al mundo del teatro, de la música y de la poesía. Lo vino haciendo hasta el 14 de junio de 2009. Pocas fechas después enfermó gravemente y como consecuencia de esta enfermedad, falleció en enero de 2010 a la edad de 92 años.

No hay comentarios: