viernes, 15 de noviembre de 2013

Manuel López Azorín: Poemas del "Romancero flamenco" acompañando a la guitarra, Nacho Martín. Introducción y poema "Federico"




Manuel López Azorín: lectura de Romancero flamenco acompañando a la guitarra,  Nacho Martín. Introducción y poema "Federico"




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Federico

 
¡Ay Federico! Le diste
al flamenco tu defensa
uniendo cantes gitanos
y payos en una etnia.

Pues si el cante fue gitano,
porque el gitano lo lleva,
payos como tú lo ensalzan
y otros, cantando, lo elevan.

Falla te enseña a quererlo,
a que de sus fuentes bebas,
a unir lo culto y lo llano
con lo que todos te enseñan.

Lo bebiste de la mano
del cirio y de la candela
y diste, del Cante jondo,
lo mejor en tu poema.

¡Ay Federico! que fuiste
¡Ay Federico, qué pena!
en la fuente de las lágrimas,
llanto de sangre en tu tierra. 


Tras cada uno de los poemas de este Romancero flamenco hay, en letra cursiva, unas coplas, generalmente soleares aunque también algunas siguiriyas,  que complementan el poema. Estas son las coplas por soleares que acompañan al poema Federico.


Soleá por Federico.
Llanto de rabia y de pena
en un doloroso grito.

Se llenaron los caminos
de rencor y de condenas,
de muertos y malheridos.

Se empecinaron los vivos
en una ciega carrera
con un ciego desatino.

Hacia el amor, que nos salva,
del odio nunca se parte.
El odio siempre nos mata.

Silencio, los que aman, gritan
para salvar el silencio
de las llamas de las iras.

Para hacerle frente al hambre
que produce el abandono...
se saca el alma en el cante.

En el quejío que sale
como un canto de alegría
se van llorando verdades.

Manuel López Azorín
Del libro: Romancero flamenco (Eirene Editorial, Madrid, 2012)





2 comentarios:

María G. Romero. dijo...

Hermosos versos, Manuel, yo que amo profundamente el flamenco, es un hallazgo su blog que sigo, por la belleza de su verbo y nuestra afinidad por este arte atávico y espiritual.
Un abrazo en la poesía.

blog del poeta Manuel López Azorín dijo...

Gracias María G. Romero. gracias por tus palabras y por amar el flamenco. Una expresión artística digna y hermosa como pocas. Saludos