Entrevista a Manuel López Azorín realizada realizada el 25 de abril de 2011 por María Isla, directora de la revista En Activo
Manuel López Azorín: “Busco la luz en la poesía”
25 de Abril de 2011 por María Isla
Entrevista
Canta a los temas universales como el amor, el tiempo, la vida o la muerte. Mirándolos cara a cara, desnudo y sin artificios, buscando la luz escondida en cada poema, el sentimiento que conecta las palabras con el corazón. Así es la poesía de Manuel López Azorin (65 años) que ha buceado entre sus versos y ha escogido lo mejor de sí mismo para publicarlo en una antología que viene acompañada de una obra inédita, en la que plasma su visión sobre la poesía.
Recientemente ha publicado Sólo la luz alumbra. Poesía 1986-2010 (Sial ediciones), dos libros diferentes en uno solo.
El libro está formado por una antología de mis poemas y una obra inédita, que es la que da título a la obra en conjunto. La antología Poesía 1986-2010 lleva una introducción de Pascual Izquierdo, poeta y filólogo, y tiene un epílogo firmado por Luis Martínez de Mingo, catedrático de literatura y escritor. Al final, hay un apartado que se llama Reseñas y que recoge una selección de prólogos, presentaciones y reseñas que han escrito otros autores sobre mis poemas. Con ello quería hacer un homenaje a todos los poetas de los que he aprendido a lo largo del tiempo desde los clásicos que solo leí hasta los que he conocido como Claudio Rodríguez, Antonio Hernández, José Hierro, y una larga lista, en forma de agradecimiento.
Con respecto, al libro inédito es una especie de Ética para Amador de Fernando Savater, pero de la poesía. Quería escribir una obra que estuviera orientada a todos los poetas que se introducen en este arte y que quieran saber usar la poesía; desde mi punto de vista puede ser válido para todos los poetas. En él hablo de temas universales como la envidia, el éxito y el fracaso, el amor, la muerte, poemas que están sometidos a diversas lecturas.
Manuel López Azorín
Sólo la luz alumbra, ¿por qué escogió este título?
La poesía nunca se ha podido definir. Una de mis obsesiones al leer el libro es la búsqueda de la luz en la poesía. En contraposición de la ceniza, está la espuma y de ésta la luz. Intento atrapar esa luz en mis poemas y en la vida real, la luz es una actitud. Para mí consiste en buscar la luz de lo bien hecho como poeta para que el lector encuentre lo bien escrito y se identifique con ello.
¿Cuál ha sido el proceso de selección de los poemas que conforman la apología?
Volví a leer toda mi obra y aquellos que me parecían más interesantes, los que más me llegaban han sido los que al final he escogido para la antología. No he tenido en cuenta al lector ya que para llegar a éste primero me escribo a mí mismo (“Yo me escribo a mí mismo para escribir a todos”) y para ello tiene que interesarte lo que estás haciendo. He intentado además que sean variados en cuanto a la forma, ya que soy bastante clásico y me encuentro más cómodo, me manejo mejor, en la medida.
¿Ha dejado muchos poemas fuera?
Como autor, descarto mucho. Y en este caso para el libro inédito prescindí de muchos poemas en los que se repetía la misma temática. Además, tuve problemas informáticos y perdí el 40% de la producción que tenía para el libro inédito. Principalmente en la sección titulada Celebración apócrifa, perdí poemas que aludían a poetas amigos como Rafael Morales hablando de la palabra, Diego Jesús Jiménez, Ángel González, Benito de Lucas, Concha Zardoya, Carmina Casala… y he sido incapaz de volver a escribirlos.
¿Le ha influido el momento en el que se encuentra?
La selección que he realizado tiene que ver con la etapa de mi vida en la que estoy, pero también con las anteriores en las que me encontraba cuando escribí los poemas y que he recordado mediante su lectura. Intento atrapar el instante, el momento. No me gusta rehacer los poemas que tengo cerrados.
¿Y en qué momento está actualmente?
Ahora estoy en un momento tranquilo de mi vida en el que quiero mostrar a los jóvenes mi forma de pensar en la poesía. Lo que intento transmitir es que si no se conocen las diferentes formas y medios con los que se ha hecho poesía, si no se conocen las fuentes, difícilmente se puede beber el agua de ellas ni hacer buenos poemas. Hay excepciones como la de Rimbaud que publicó un gran libro siendo joven, pero este tipo de milagros suceden rara vez. Lo mejor es conocer las fuentes y, luego, ir a la poesía, con medida o sin ella, como se quiera, pero sabiendo que es lo que nos ha precedido.
Entre sus planes futuros ¿se encuentra ser editor?
Me encantaría, pero es muy difícil. Tener la oportunidad editorial de seleccionar los libros que te gustan y poder publicarlos es un privilegio; sin embargo, es una tarea muy compleja. Lo que sí que he hecho ha sido ayudar a compañeros a ordenar su obra, estructurarla, hacerles un prólogo…
¿Libro electrónico o papel?
Particularmente prefiero el soporte físico, quizá sea el olor de los libros lo que me tiene atrapado. Sin embargo, creo que es interesante y supone un gran avance poder tener acceso a muchos libros dentro de un soporte electrónico. Pienso que no hay que cerrarse ante las nuevas tecnologías y que hay que adaptarse al medio. Aunque creo que pasará mucho tiempo hasta que el soporte físico desaparezca completamente. ¿Quién sabe? A lo mejor se convierte en un objeto de culto y de coleccionismo en un futuro.
¿De qué forma le han ayudado las nuevas tecnologías a la hora de difundir sus obras?
Han sido muy importantes para poder difundir mis poemas por la red de una forma rápida y sencilla. Además el hecho de tener tres blogs: uno general, otro sobre noticias y un tercero sobre difusión me ha permitido informar de las presentaciones y los actos a los que acudo, hablar de mis poemas y de otros. Y, sobre todo, para fomentar la poesía. Lo que me falta es tiempo.
¿Qué significa la poesía para usted?
La poesía para mí es una necesidad, está muy implicada en mi vida. En realidad, vida y poesía es casi lo mismo para mí. En ocasiones hace de terapia, de catarsis, en otras de juego… En ella pueden caber tantas cosas…
Si tuviera que tomarle el pulso a la poesía, ¿cuál sería?
En la gente joven (40 años para abajo) está más viva que nunca. Y en tiempos como los de ahora en los que existe una falta de ideología, crisis, pérdida de valores… es mucho más necesaria. En el caso de Madrid, por ejemplo, se están abriendo muchos espacios para la lectura de poesía. Es un arte que no es mayoritario, pero que ahora se está moviendo mucho.
Sólo la luz alumbra en la pluma de Pascual Izquierdo
“Vida y poesía configuran las dos grandes pasiones de Manuel López Azorín y definen los dos vectores principales a los que se subordinan todas las demás líneas de fuerza. Vida entendida como miedo y pasión, como vértigo y deseo, como abismo y pulsión, como duda y anhelo. Poesía concebida como explicación y búsqueda, como reflexión personal y comunión solidaria, como discurso individual que se inscribe en el canto colectivo. Todo ello sin olvidar la fuerza redentora del amor, que aparece en la vida y en la obra del poeta como fuente de gozo y tabla de salvación.
Así lo expresa de forma contundente también en el último libro, de título Sólo la luz alumbra, que se ofrece como un amplio vestíbulo para visitar el edificio completo de sus versos. Un verso casi siempre desnudo y carente de artificio, trémulo y valiente, eficaz y conciso, que transmite verdad, emoción y sentimiento, que evoca mundos perdidos y realidades encontradas, que desemboca de forma alborozada en el vasto océano de los versos creados por todos los poetas a lo largo del tiempo”.
Sobre Manuel López Azorín
■Nació en Moratalla (Murcia) en 1946.
■Estudió en la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de Madrid.
■Fundó el Colectivo Helicón de Poesía y Relato, donde creó los cuadernos La música de la palabra.
■Dirigió y presentó Tertulias de Autor a través de Canal Norte TV.
■Puso en marcha y dirigió el Centro de Estudios de la Poesía en la Universidad Popular José Hierro.
■Ha escrito guiones de cortometrajes.
■Ha publicado, entre otros, los poemarios Marasmo (1986), Vértigo (1994), Versos para después de una película (1998), Libro del desconcierto (2001), De la vida y otros ríos (2003) y La ceniza y la espuma (2008).
■Ha ganado premios entre los que destacan: Zenobia (1993), Ciudad de Alcobendas a la difusión Cultural (1999), Ramón Rubial a la labor Cultural (2000) Rafael Morales (2000), Almedina (2002) y Albaricoque de Oro (2007).
■Es el padrino de la revista En Activo.
El autor estará presentando el libro el 26 de abril a las 20 horas en la Sala del Torito del Casino de Madrid.
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